¿Qué pasaría si, por más que te esforzaras en tener una vida de lo más emocionante, acabaras teniendo las mismas experiencias normales que el resto de los seis billones de habitantes de este mundo?
A que te sentirías algo... melancólico.
A que te sentirías algo... melancólico.
Itsuki, Kyon, Mikuru, Yuki y Haruhi
Esa es la premisa de "La Melancolía de Haruhi Suzumiya", una serie de novelas ligeras (dirigidas a un público adolescente y con alguna que otra ilustración) que se publican desde el 2003 en Japón, convertidas en serie de TV en el 2006, con 14 capítulos que abarcan la primera novela (de nueve que van publicadas) e historias cortas de las siguientes.
A primera vista parece ser una más de las series de anime que los japoneses producen a carretadas. Pero después de ver un par de capítulos te darás cuenta de que pertenece a una categoría propia, incluso podría decirse que es "post-modernista", o en términos más simples: utiliza los clichés, lugares comunes y expectativas de las series a las que parece pertenecer, para crear algo novedoso e inesperado.
Para empezar, el protagonista: Kyon.
A primera vista parece ser una más de las series de anime que los japoneses producen a carretadas. Pero después de ver un par de capítulos te darás cuenta de que pertenece a una categoría propia, incluso podría decirse que es "post-modernista", o en términos más simples: utiliza los clichés, lugares comunes y expectativas de las series a las que parece pertenecer, para crear algo novedoso e inesperado.
Para empezar, el protagonista: Kyon.
Hasta sus ojos son normales.
¿Por qué a mí?
Me va a salir una hernia.
"Momento, ¿qué la serie no tiene a una tal Haruhi en el título?" se preguntan. Incluso checando la primera imagen de este post verán que ella es el personaje que ocupa más espacio. Y que Kyon está en el fondo, con los "del montón" o secundarios (para que no se oiga tan feo). Ni apellido tiene, para rematar.
Como diría Cantinflas, he ahí el detalle: Sería de esperarse que viéramos los sucesos de la historia a través del personaje principal, y no un simple personaje secundario que ni aparece en el título.
Kyon no tiene ningún talento especial, no es un gran deportista o un genio, tampoco es el más guapo de la escuela (pero tampoco el más feo). Es 100% normal, un estudiante que solo quiere disfrutar de días calmados y sin problemas más grandes que estudiar para los exámenes. Pero si hay algo que lo hace diferente a otros protagonistas de series de anime, es que al contrario del 99.9% de estos, él sí tiene cáracter, si algo no le parece lo dice muy claro y tiene la cabeza bien puesta sobre los hombros.
Como diría Cantinflas, he ahí el detalle: Sería de esperarse que viéramos los sucesos de la historia a través del personaje principal, y no un simple personaje secundario que ni aparece en el título.
Kyon no tiene ningún talento especial, no es un gran deportista o un genio, tampoco es el más guapo de la escuela (pero tampoco el más feo). Es 100% normal, un estudiante que solo quiere disfrutar de días calmados y sin problemas más grandes que estudiar para los exámenes. Pero si hay algo que lo hace diferente a otros protagonistas de series de anime, es que al contrario del 99.9% de estos, él sí tiene cáracter, si algo no le parece lo dice muy claro y tiene la cabeza bien puesta sobre los hombros.
¿Por qué a mí?
El principio de la historia parece también algo cliché: Kyon nos cuenta como, al llegar a ser un estudiante de preparatoria hecho y derecho, ha dejado de creer en tonterías propias de la infancia, como los extraterrestres, viajes en el tiempo, superpoderes, e incluso el mismo Santa Clos (este último desde que era niño y vio que era un tipo con disfraz).
Al hacer la tradicional presentación ante los compañeros de clase, destaca la de una estudiante llamada Haruhi Suzumiya: al contrario de Kyon, ella cree en todas esas cosas que él considera pura fantasía y no le interesa la gente común, haciendo que sus compañeros de clase se queden con la boca abierta ante tal declaración. Para demostrar que esta en lo cierto, decide crear un club escolar dedicado a buscar a esos seres extraños que se ocultan del público, con ella a la cabeza y arrastrando a Kyon como primer integrante.
Dirán que es otro cliché de este género: que los opuestos se atraen, que pronto van a aparecer sucesos extraños y que va tratar de que Kyon nunca los ve y Haruhi sí, y que toda la serie va a tratar de los intentos de ella por convencerlo de que hay cosas extrañas por todos lados.
Más equivocados no podrían estar.
Al hacer la tradicional presentación ante los compañeros de clase, destaca la de una estudiante llamada Haruhi Suzumiya: al contrario de Kyon, ella cree en todas esas cosas que él considera pura fantasía y no le interesa la gente común, haciendo que sus compañeros de clase se queden con la boca abierta ante tal declaración. Para demostrar que esta en lo cierto, decide crear un club escolar dedicado a buscar a esos seres extraños que se ocultan del público, con ella a la cabeza y arrastrando a Kyon como primer integrante.
Dirán que es otro cliché de este género: que los opuestos se atraen, que pronto van a aparecer sucesos extraños y que va tratar de que Kyon nunca los ve y Haruhi sí, y que toda la serie va a tratar de los intentos de ella por convencerlo de que hay cosas extrañas por todos lados.
Más equivocados no podrían estar.
Sucesos extraños sí habrá, pero el único testigo de estos será Kyon, quien preferiría haber permanecido en la ignorancia, mientras que Haruhi buscará hasta por debajo de las piedras y no encontrará más que sucesos en apariencia normales, cuyo trasfondo paranormal solo será conocido por Kyon, quien tendrá razones de sobra para no revelarle la verdad.
Los otros personajes secundarios también tienen un papel integral en la serie: Yuki, única integrante del club de Literatura y que deja que usen el desierto salón de su club como base de operaciones; Mikuru, estudiante de segundo año y obligada a unirse con el único objetivo de ser el atractivo visual que atraiga a otros estudiantes al club; e Itsuki, el misterioso estudiante de intercambio que solo se dedica a jugar juegos de mesa con Kyon y a secundar las locas ideas de Haruhi sin dudar.
Como la serie, parecen ser también más genéricos que las medicinas del Dr. Simi. Pero conforme avance la historia, veremos que son más de lo que aparentan, y que todos comparten una razón de gran peso para unirse al extraño club de Haruhi Suzumiya.
¿Y qué sucesos extraños encontrará Kyon, muy a su pesar? Casi nada: Extraterrestres, viajeros en el tiempo, gente con superpoderes, monstruos gigantes capaces de arrasar la ciudad, críptidos, desapariciones misteriosas, alteraciones a la realidad, paradojas, asesinatos sin respuesta, teorías filosóficas, el fin del mundo, y el porque de la melancolía de Haruhi Suzumiya.
Los otros personajes secundarios también tienen un papel integral en la serie: Yuki, única integrante del club de Literatura y que deja que usen el desierto salón de su club como base de operaciones; Mikuru, estudiante de segundo año y obligada a unirse con el único objetivo de ser el atractivo visual que atraiga a otros estudiantes al club; e Itsuki, el misterioso estudiante de intercambio que solo se dedica a jugar juegos de mesa con Kyon y a secundar las locas ideas de Haruhi sin dudar.
Como la serie, parecen ser también más genéricos que las medicinas del Dr. Simi. Pero conforme avance la historia, veremos que son más de lo que aparentan, y que todos comparten una razón de gran peso para unirse al extraño club de Haruhi Suzumiya.
¿Y qué sucesos extraños encontrará Kyon, muy a su pesar? Casi nada: Extraterrestres, viajeros en el tiempo, gente con superpoderes, monstruos gigantes capaces de arrasar la ciudad, críptidos, desapariciones misteriosas, alteraciones a la realidad, paradojas, asesinatos sin respuesta, teorías filosóficas, el fin del mundo, y el porque de la melancolía de Haruhi Suzumiya.
Otro detalle que distingue a la serie es su no linearidad: En vez de que la serie siga un orden tradicional, del punto A al B y de este al C, los capítulos están ordenados de tal manera que primero verás el punto C, luego el A y por último el B, como en las películas de Quentin Tarantino. Y al igual que estas, hace que pongas más atención para saber que ocurre en la historia y aprecies mejor los detalles que la conforman.
Cabe destacar que la producción de la serie también se sale de la media. La animación esta muy bien lograda, cuidando hasta los detalles más pequeños, con una calidad rara aún en películas de mayor difusión. La banda sonora también encaja a la perfección, acentuando a la perfección tanto los momentos aburridos como los de gran acción. Las voces le quedan a la perfección a todos los personajes, en especial la de Kyon, que logra transmitir el sentimiento de hastío e impaciencia que siente al no poder disuadir a Haruhi de sus locas ideas.
Para saber más:
Reseña de Anime Ja Nai
Sitio Oficial de la serie en Norte América
Cabe destacar que la producción de la serie también se sale de la media. La animación esta muy bien lograda, cuidando hasta los detalles más pequeños, con una calidad rara aún en películas de mayor difusión. La banda sonora también encaja a la perfección, acentuando a la perfección tanto los momentos aburridos como los de gran acción. Las voces le quedan a la perfección a todos los personajes, en especial la de Kyon, que logra transmitir el sentimiento de hastío e impaciencia que siente al no poder disuadir a Haruhi de sus locas ideas.
Para saber más:
Reseña de Anime Ja Nai
Sitio Oficial de la serie en Norte América
1 comentario:
La Haruhi se parece a ti, bien alucinada de cospiraciones inexistentes :P juar!
Pero veré el anime a ver si esta chiro ;)
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