viernes, 24 de diciembre de 2010

Santa Claus: ¿Mito o realidad?

"Querido Vampiro de Neptuno:

Tengo 8 años. Algunos de mis amiguitos dicen que no hay un Santa Claus.

Papá dice “Si lo ves en El Vampiro de Neptuno, es verdad.”

Por favor dime la verdad: ¿Existe Santa Claus?”

-Virginia.


Virginia, tus amiguitos se equivocan. Han sido afectados por el escepticismo de una época escéptica. No creen excepto en lo que ven. Piensan que nada puede ser si no lo comprenden sus pequeñas mentes.


Santa Claus, revisando su plan de vuelo.

Todas las mentes, Virginia, sean de adultos o niños, son pequeñas. En este gran universo nuestro el hombre es un mero insecto, una hormiga, en su intelecto, comparado con el mundo sin límites a su alrededor, como es medido por la inteligencia capaz de entender toda la verdad y el conocimiento.


Sí, Virginia, existe Santa Claus. Existe tan cierto como el amor y la generosidad y la devoción existen, y sabes que abundan y le dan a tu vida su mayor belleza y alegría.


¡Ay! Cuan terrible sería el mundo si no hubiera un Santa Claus. Sería tan terrible como si no hubiera Virginias. No habría una fé infantil entonces, ni poesía, ni romance para hacer tolerable esta existencia. No tendríamos disfrutes, excepto de tacto y vista. La luz eterna con la que la infancia llena el mundo se extinguiría.


¡No creer en Santa Claus! ¡Bien podrías no creer en las hadas! Podrías hacer que tu papá contratara hombres para vigilar todas las chimeneas en Nochebuena para atrapar a Santa Claus, pero aún si no vieran a Santa Claus descender de ellas, ¿que probaría eso? Nadie ve a Santa Claus, pero eso no significa que no haya un Santa Claus. Las cosas más reales de este mundo son aquellas que ni los niños ni los adultos pueden ver. ¿Alguna vez viste hadas bailando en el jardín? Claro que no, pero eso no prueba que no estén ahí. Nadie puede concebir o imaginar todas las maravillas que están ocultas y sin ver en el mundo.


Santa Claus escoltado por la Fuerza Aérea Canadiense, Navidad 2004

Puedes desarmar la sonaja de un bebé y ver que hace el ruido adentro, pero hay un velo cubriendo el mundo invisible que ni siquiera el hombre más fuerte, ni la fuerza entera de todos los hombres fuertes que hayan vivido, puede apartar. Solo la fé, la imaginación, la poesía, el amor, el romance, pueden apartar esa cortina y ver y mostrar la belleza sobrenatural y la gloria que hay detrás. ¿Es todo eso real? Ah, Virginia, en este mundo no hay nada más real y permanente.


¡Que no haya un Santa Claus! ¡Gracias a Dios! Él vive, y vive por siempre. Mil años a partir de hoy, Virginia, no, diez veces diez mil años a partir de hoy, continuará alegrando el corazón de los niños.


Con apologías a Francis Pharcellus Church. Adaptado y traducido de su original: "Yes, Virginia, there is a Santa Claus".


Si quieres rastrear a Santa Claus en su viaje a lo largo del mundo, visita la página del NORAD (North American Aerospace Defense Command): NORAD tracks Santa. (en español)


¡Feliz Navidad a todos los que visitan este blog!