Estos guerreros ya no sentían dolor, a pesar de que sus rostros estaban cubiertos con heridas abiertas. Sus brazos ya no eran tan fuertes, y se les dificultaba incluso respirar.
Y aún así, sus enemigos les temían, no solo por su horrible aspecto, sino porque peleaban con el abandono propio de los que lo han perdido todo.
El lugar: Tierra Santa. El tiempo: del año 1099 al 1291. Es la época de las Cruzadas, enfrentamientos entre los cristianos y musulmanes, para hacerse del control de Jerusalén.
Una época en que la gente creía en milagros. Y en las maldiciones surgidas de las profundidades del infierno.
Los Caballeros de San Lázaro eran la orden más peculiar de esta época, en la cual también surgieron los Templarios, Hospitalarios, Del Santo Sepulcro y los Teutónicos.
La orden tenía como emblema una cruz de malta de color verde, establecida por el Maestre General Raymond de Puy, en 1157. El verde era típico de los servicios hospitalarios, y una variante es usada en la actualidad como símbolo de las farmacias.
Sospecho que los tiempos de antaño no eran tan increíbles como insisten los viejos.
Esta orden tenía como misión acoger, y tratar a las personas que contraían lepra. Sus orígenes en un hospital establecido en Jerusalén en el siglo IV no se han confirmado, pero para la Primera Cruzada (1096-1099) era uno de los 3 hospitales de la ciudad, junto con los de Santa María Latina, y San Juan el Limosnero.
Desde el año 4 mil A.C., la lepra fue motivo de discriminación y segregación, para aquellos que la sufrían. Las distintas sociedades alejaban a los enfermos, y los obligaban a anunciar su enfermedad, para evitar el contagio a otras personas.
Gerhard Armauer Hansen descubrió la bacteria causante, Mycobacterium leprae, en 1873. El uso de bactericidas para curar la lepra inició en 1940. Desde 1981, la Organización Mundial de la Salud recomendó el uso de una terapia multidrogas, para evitar la resistencia.
Al menos no es la horrible gripa AH1N1.
Durante la Edad Media, ante la ley se consideraba que alguien con lepra ya estaba muerto. Los caballeros que la contraían en Tierra Santa debían unirse a la orden de San Lázaro. Fue así como la orden pasó de ser solo hospitalaria, a ser también militar.
La orden fue reconocida en 1255 por el Papa Alejandro IV. También contó con el patrocinio de los reyes cristianos de Jerusalén, entre ellos Balduino IV, el Rey Leproso.
No quieres ver lo que hay debajo de la máscara. Créeme.
Tras la Segunda Cruzada (1145-1149), el rey Luis VII llevó a Francia a 12 caballeros de la orden, para que se ocuparan de los leprosos de su país, dándoles el castillo y la baronía de Boigny. En Inglaterra, el rey Enrique II ayudó a establecer la orden en Leicestershire, en 1159.
La orden no pudo obtener demasiada gloria en los campos de batalla, no solo por el pobre estado de sus caballeros, sino también porque solo podían reclutar a los que sufrieran de lepra, limitando su participación a los momentos de mayor crisis en la lucha.
Y ahora esta escena cobra un nuevo sentido.
En 1244, la orden perdió a todos sus caballeros en la batalla de Gaza, junto con un gran número de caballeros Teutónicos, Hospitalarios y Templarios. La orden entonces comenzó a admitir caballeros sanos, para continuar con su labor.
Tras la batalla de Acre en 1291, los cristianos fueron expulsados de Tierra Santa. La orden se estableció en Sicilia y Chipre, junto con sus otras propiedades europeas.
¿Pero para qué dar cobertura de salud universal?
¡Jesús volverá en cualquier momento a curarnos a todos!
En la actualidad, la orden cuenta con 5 mil miembros en todo el mundo. Su misión es asistir a los pobres y a los enfermos, defender la fé cristiana, mantener los principios cristianos de caballerosidad, y buscar la unidad cristiana.
La organización ha participado en obras de caridad con la Comunidad Europea, y cuenta entre sus filas a nobles y gobernantes de todas partes del mundo.
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