lunes, 18 de agosto de 2008

Arpaio: el sheriff más duro de América.


Abandona toda esperanza.

Los métodos del alguacil Joe Arpaio le han ganado la atención de los medios de comunicación internacionales. Como el encargado de hacer valer la ley en el condado de Maricopa, en el estado de Arizona, EE.UU., ha puesto en práctica diversas políticas que, si bien le han ganado tanto admiración como disgusto dependiendo de a quien le pregunten, todos coinciden en que son de lo más peculiares.

Habiendo servido en el ejército de 1950 a 1953, Arpaio tuvo una carrera destacada como policía en las ciudades de Washington D.C. y Las Vegas, para luego volverse un agente de la DEA (Drug Enforcement Administration), la agencia anti-narcóticos de Estados Unidos. Durante treinta y dos años sirvió con ellos, actuando como enlace con las autoridades de Turquía, Colombia, Argentina y México (reuniéndose incluso con el ex-Presidente Luis Echeverría). En 1992, se presentó como candidato para el puesto de alguacil del condado de Maricopa, que tiene cerca de 4 millones de habitantes, y desde entonces ha sido reeligido cada cuatro años.

Su carrera de alguacil se ha caracterizado por una gran dureza contra el crimen, sin importar cuan grande o pequeña haya sido la infracción.

Tent City, U.S.A.

Los que mejor pueden dar fé de esto son los reclusos de las cárceles del condado: comen solo dos veces al día, y el menú consiste en comida caduca, con el objetivo de reducir los costos de alimentación de cada recluso a 30 centavos por día. Le salió tan bien que dejo de darles sal y pimienta, lo cual ahorro a los contribuyentes unos $20,000 USD más.

Cuando supo que ya no tenía más celdas donde mantener encerrados a los reclusos, obtuvo tiendas de campaña excedentes del ejército y las instaló en uno de los estacionamientos de la cárcel. Ante las quejas de los detenidos (las temperaturas pueden alcanzar cerca de 60º C en el interior) Arpaio replicó que si eran buenas para los soldados en Iraq, también lo eran para ellos. Para enfatizar que en su cárcel siempre hay espacio para los que rompen la ley, puso un letrero de “VACANTE” en letras de neón.

Solo un hombre de verdad los usa de color rosa.

Las televisiones de la cárcel solo sintonizan canales de noticias, del clima, documentales y de caricaturas de Disney. Los reclusos no pueden fumar, tener revistas para adultos o ejercitarse con pesas.

Para vestir, Arpaio hace que usen el tradicional traje a rayas blanco y negro, porque el overol naranja que antes vestían podía confundirse con los de cuadrillas de construcción. Para evitar que se robaran la ropa interior propiedad de la cárcel, hizo que la tiñeran de color rosa. Al leer acerca del efecto calmante del color rosa, hizo que también las sábanas, calcetines y toallas fueran de este color. Esto ha sido una de sus políticas más sonadas, tanto que puso a la venta al público boxers de color rosa estampados con el escudo de su oficina, para recaudar fondos.

También ha traído de vuelta la costumbre de encadenar a los prisioneros para que realicen trabajos voluntarios fuera de la cárcel, una costumbre que ya había sido eliminada en el resto de su país. Y ha ido más allá, extendiendo esta práctica a las reclusas, que por ser mujeres trabajan una hora menos, pero son encadenadas por igual, algo que ningún otro agente de la ley había hecho antes.

Todas estas políticas le han ganado al alguacil Joe la atención de los periódicos y noticieros. Pero no toda la atención ha sido tan positiva como él esperaba.

¡Quietos! ¡Policía de la moda!

Sus detractores lo acusan de implementar un sistema que castiga en exceso, incluso a los que están en espera de ser juzgados, y dicen que no se nota una reducción importante de los crímenes en el condado desde que subiera al cargo. También acusan a su departamento de intimidar a los que no están de acuerdo con sus políticas, entre ellos el mismo alcalde de la ciudad de Phoenix.

A últimas fechas, Arpaio se ha enfocado a cazar y arrestar a los inmigrantes ilegales que cruzan por su frontera, al grado de tener a casi todo su departamento ocupado con esta tarea, dejando de lado las denuncias de robos, asesinatos y tráfico de drogas, las cuales tardan meses en ser atendidas.

También pesan sobre su administración diversas acusaciones de brutalidad policiaca que han acabado en varias muertes de sospechosos, entre ellos un hombre ciego y otro parapléjico.

En Julio de 2004, un grupo especial táctico de su oficina tomo por asalto la casa de Eric Kush, mientras en su interior se encontraban su esposa y su hija. Dispararon varias granadas de gas lacrimógeno al interior de la casa, y hasta utilizaron un tanque para abrir una entrada. Al final de la operación, la casa se había quemado, el tanque rodó colina abajo y destruyó el auto de una vecina, y los oficiales evitaron que el perro de la familia saliera del incendio, lo que le causó la muerte.

Y lo peor que Kush había hecho era no haber aparecido en la corte municipal para responder a un par de faltas de tránsito.

El alguacil Joe no da señas de parar con su particular estilo de hacer valer la ley. Si lo hace para acabar de verdad con el crimen o solo para dar un espectáculo a los ciudadanos que lo mantienen en su puesto, es algo que solo él mismo sabe.

Para saber más:
Oficina del sheriff del condado de Maricopa
Entrevista de BARRIOZONA (en español)
Reportaje del incidente de Eric Kush

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